Hoy en clase de religión, como siempre, realizamos una meditación diferente pues a parte de meditar, también "bendecimos" a nuestros compañeros.
La meditación empezó como siempre, relajación, ser conscientes de nuestra respiración, etc. Pero luego el profesor nos pidió que hiciéramos lo siguiente, poner nuestras dos manos en la cabeza de dos personas que eligiéramos y sin decirle nada desearle en nuestra cabeza lo mejor para el futuro.
La verdad es que estas actividad nos unió como piña y ahora somo un grupo más unido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario